domingo, 5 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora - Día 5



Día 5: 23 de julio. Campamento a 10km de la Frontera Lituana (LT) - Camping a 50km de la Frontera Rusa (LV)-- 523km -- Carretera asfaltada doble sentido con firme variado.

Amanecimos a las 8 y pico en el campito Lituano. Víctor bastante cansado, había dormido mal.

En Lituania encontramos buenas carreteras, de doble sentido; podíamos ir a buen ritmo aunque tratamos de conservar yendo a 90, no tenemos prisa y vamos bien para llegar a Moscú. Paramos en Kaunas, la primera ciudad grande que encontramos. Aprovechamos para sacar dinero local e imprimir el seguro de viaje de Julio, que se nos había quedado en Madrid. Costó un poco encontrar un cibercafé con impresora, pero al final, preguntando se llega a Roma y pudimos encontrar uno regentado por una abuelilla con la que Julio tuvo algunos problemas para hacerle entender que la impresora se había quedado sin papel...Este seguro de viaje era obligatorio para poder entrar en Rusia, así que era fundamental conseguirlo.

Desde aquí muchas obras, que aquí son a saco y cortan la carretera entera, dejando un carril en tierra viva y, mediante semáforos, va pasando todo el mundo reventando los coches con las piedras de la obra.

Llegamos a Karasay y al pasar el pueblo, sin ninguna frontera llamativa (aparte de un par de coches de policía con sus ocupantes durmiendo la siesta allí mismo…), cruzamos un puente y ya estábamos en Letonia.

Tras avanzar unos Kms. decidimos salir por un camino a la derecha y en un campo paramos a comer a las 16.30h, cerquita de la carretera. El menú que veníamos degustando mentalmente desde hacía rato eran garbanzos de bote con tomate frito, jamón serrano y una lata de mejillones, todo eso aderezado con pan duro como el infierno que traíamos del…¡Sabeco! (!?) de Madrid. ¡Toma! Desde aquí os instamos a que lo probéis. Para nosotros fue un auténtico manjar, hmmm (los menos intrépidos, si lo desean, pueden usar pan recién hecho, aunque no sería lo mismo)

Decidimos llamar a Aran para consultarle los dos problemas que teníamos sobre la mesa: por un lado el sonido a rayos del motor, y por otro la suspensión trasera, que llevábamos haciendo tope pese a no cargar los 70 l de gasolina de reserva ni al propio Aran. Temíamos que la situación empeorara al llegar al duro terreno kazajo y mongol, con el riesgo de romper el eje o los topes, lo que cediera antes. Finalmente decidimos que se trajera un bote de aditivo para motores Slick 50 (¡mano de santo!) y un juego de ballestas con más altura. ¡Más madera!

Seguimos por rectas muy anchas (típico de Lituania y Letonia) con el cielo nublado pero sin llover.

Justo cuando ya estábamos pensando en parar para acampar vimos un cartel de Camping a unos 50km. de la frontera con Rusia y nos desviamos para dormir. No era un camping clásico, no había sitio para tiendas, sólo bungalows. Tras unos momentos de duda de si nos dejaban pagar en euros o dólares (de nuevo no teníamos moneda local y no aceptaban tarjetas) la simpática recepcionista llamó al jefazo y acordamos un precio justo, 10 euros. Los inquilinos eran, curiosamente, mamás con carritos de bebés y muchos minusválidos, muchos con aspecto de deportistas, un poco extraño, ¿sería una concentración para las paraolimpiadas que habría pronto en Beijing?. Al encender el hornillo para preparar la cena tuvimos un pequeño momento de pánico cuando se salió la gasolina por la boquilla y se incendió un poco el césped..., menudo panorama...por suerte nadie se dio cuenta de la llama de medio metro...Tras la cena (sobre de cuscús con verduras...aderezado con calamares en salsa americana...plato duro como el infierno) pudimos contemplar una magnífica puesta de sol a la orilla lago Cirma.

Ya en la tienda preparamos toda la documentación que nos iban a pedir en la frontera rusa al día siguiente. Contamos el dinero que llevábamos en cada divisa y lo dividimos entre los dos, para declarar cada uno la mitad (toquemos madera). Pasaporte, papeles del coche, dinero y hojita rusa traducida al inglés con los datos que íbamos a tener que rellenar en la aduana. Todo listo. A dormir. Eran las 23.30h.

No hay comentarios: