miércoles, 29 de octubre de 2008

¡¡AUlanVan3 en la prensa especializada!!



Hola a todos
¡Estamos que nos salimos!
La última y espectacular aparición de AUlanVan3 en los medios de comunicación es el magnífico reportaje que nos ha publicado la revista de tirada nacional, especializada en los todoterreno, Solo Auto 4x4.
Pues sí, tras exponerles nuestro proyecto durante la etapa de preparación del rally, se mostraron muy interesados y nos prometieron un artículo. A cambio, nosotros gustosamente paseamos sus pegatinas por medio mundo (podéis verlas en los laterales del capó y en el lateral del coche, tras las puertas).
Y como lo prometido es deuda, este mes ha salido la revista en la que nos publican. Ocho páginas a todo color, con fotos seleccionadas de entre varias que les mandamos como más representativas del viaje (los más asiduos al blog y al álbum puede que reconozcan muchas ;P). El texto está escrito casi en su totalidad por el maestro Vic, Aran ha dado sus consejos y ha corregido algunas cosas y la selección de fotos y comentarios de las mismas han corrido por cuenta mía. El artículo lo han maquetado estupendamente y tiene una pinta increíble. Esto de pasar media vida viendo revistas de coches y verse ahora en una de ellas la verdad es que emociona...

Así que ya estais tardando en salir corriendo al kiosko más cercano y compraros vuestro ejemplar de Solo Auto 4x4. Cuando os veamos, será un honor autografiaros las revistas, jejeje. Queremos comentaros que estamos preparándonos para el Dakar 2040, para ganar en la categoría de veteranos (y también en un Suzuki Samurai del 89...jejeje), así que entonces estas revistas valdrán una pasta, sólo os digo eso...
En fin, os pongo aquí la portada de la revista y la portada de la sección de la misma en la que salimos ("Solo Rutas y Aventuras 4x4", suena bien ¿eh?), donde también han usado una foto nuestra (que morriña da recordar los campamentos en aquellos parajes...).

Queremos agradecer desde aquí el trabajo y el gran trato que hemos recibido de Gerard Gil, Cristian Mestres y Elías Juárez, masters de Solo Auto 4x4. ¡Muchas gracias por todo!

Bueno espero que os guste el artículo. ¡¡Ya nos pondréis comentarios con vuestras opiniones, que nos hace mucha ilusión recibirlas!!!

¡¡Un abrazo!!

Julio
AUlanVan3

¡¡AUlanVan3 de nuevo en la Tele!!



¡Hola a todos!

Vamos a viajar un momento en el tiempo y vamos a volver al 19 de julio, a la salida del rally.
Gracias a nuestro gran amigo Juan, que movilizó a su familia para que grabase todo lo que saliese en la tele relativo al rally, aquí os podemos mostrar una noticia en la que salimos.
Se trata de un pequeño extracto de las Noticias de La Sexta, donde podréis ver a Julio (Alias Matías Prats) haciendo un pequeño discurso, y varios planos de Aran, nuestro experto estibador, preparando la carga en la parte trasera del Samu.
Bueno, os dejamos con el video, que hemos subido a googlevideos. Solo tenéis que pinchar aquí.


Un abrazo

AUlanVan3


Pd: Nosotros también nos hemos quedado sin palabras tras la aparición estelar del de amarillo...

lunes, 20 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora - Día 7



Día 7: 25 de julio. Bosquecillo a 50km. de Moscú (RU) - Moscú City (RU) -- 180km -- Autopista y calles moscovitas atascadas y locas.

A las 5 salió el sol, a las 6 sonó el despertador y salimos zumbando sin desayunar en dirección a Moscú. A unos 15 Km. de Moscú la situación se complicó, con tráfico debido a unas obras, y el coche que se iba calentando más.

Fallamos a la primera, y al segundo intento salimos por el sitio correcto. Volvimos hacia atrás unos metros y llegamos a la Suzuki prevista según el plano que llevábamos desde Madrid. Eran las 8 de la mañana.

Cuando abrieron, todos los dependientes desviaban la mirada sin atendernos. Finalmente un valiente se atrevió a preguntarnos y Julio atacó con un claro y meridiano “radiator Suzuki” (mensaje infalible). Le dio un papel con la frase “necesitamos un radiador para este suzuki”, que había traducido un rato antes.

El tipo buscó en el ordenador, comentó con un compañero y finalmente se dirigió a nosotros con un “radiador Niet”. Al rato se acercaron otros dos, que parecían mecánicos, a echar un vistazo al coche. Les enseñamos la avería y alucinaron con el coche diciendo “carburator, carburator”. A las 10 en punto salió el primero con el teléfono en la mano diciendo que en la otra suzuki tampoco había radiador. La cosa pintaba fatal.

Finalmente apareció un ruso delgaducho y alto con bigote, que era el jefe-dueño de la concesión. En perfecto inglés nos dijo que no habían encontrado el radiador, y había la posibilidad de pedirlo, tardaba 17 días y costaba 12000 rublos (unos 600€, ¡toma!). La solución no servía, así que se ofreció a intentar (y reiteró lo de “intentar”) reparar el nuestro por una módica cantidad. Dijo que tardarían “2, 3 o 5 horas”, pero en cualquier caso en el propio día porque era viernes y el fin de semana no se trabajaba. Aceptamos, claro.

Llegaron más mecánicos y les ofrecimos firmar en el coche enseñándoles el mapa, con lo que el pequeño Suzuki era la atención del taller.

Cuando terminaron de soldar el radiador y comprobaron que todo funcionaba, les agradecimos el trabajo y dimos a los que curraron 4 botellitas a modo de agradecimiento. Fuimos a la recepción para pagar la factura, y nos dijeron que “free, free”, que gratis. El jefe ya no estaba y los mecánicos dijeron que listo, que nada de nada. Nos hicimos unas fotos con ellos, pusimos una pegatina del concesionario en el coche y nos fuimos de allí por la cara. Alucinante. ¡Buena gente!

Decidimos entrar al centro para ver la Plaza Roja. Moscú está bien organizada, bien señalizada y con grandes avenidas. Peleando con los carteles llegamos a la Plaza Roja, donde pudimos aparcar en un sitio privilegiado para hacer unas fotos. Conocimos a varias personas locales y nos zampamos un helado.
Además había muchas bodas, y una de ellas nos pidió hacerse fotos con el Suzuki, habiéndose bajado de un Hummer limusina. Rusos…

Enfilamos al aeropuerto, que estaba a unos 42 Km. del centro, con muchos semáforos y circunvalaciones atascadas en los cruces con nuestra carretera.

Aran llegó puntual con todo el petate (¡qué precisión señores!), y después de fundirnos en abrazos fraternales decidimos buscar un hotel para sellar las hojitas de la frontera y descansar un poco. Encontramos uno gigantesco, antiguo y extraño: en cada planta hay un bar, y en el bar de abajo ponen pelis porno por la tele y hay un melenas tocando el órganos y cantando a grito pelao en un ambiente súper íntimo con dos tipos bailando en el pasillo y una camarera ansiosa por servirnos. Alucinante.

Salimos a conocer la noche moscovita de los alrededores del hotel. Había gente de toda clase: rara, pibones, abuelos, policía de dudosa reputación, oscuridad, puestos de fruta abiertos a las 11 de la noche, puestos de kebab, bebida y demás. Cenamos dando un paseo y a la cama a las 12, que ya son horas. Un día completo. Quedan 1200km hasta Kazajstán.

Y seguimos.

martes, 14 de octubre de 2008


¡Hola a todos!

Hacemos un pequeño intermedio entre las entradas del diario para mostraros nuestra última aparición en la prensa.
De nuevo se han interesado por nosotros en el Periódico de Extremadura. Ya en la anterior entrevista que nos hicieron mostraron interés en sacar un noticia al final de nuestra aventura solidaria, y aquí va el enlace para verla:

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=402901

Hay una pequeña errata con el modelo de nuestro coche (nuestro Samurai no tenía tantos lujos como el Vitara que mencionan...) pero no está mal.

En la versión impresa estamos en la contraportada y todo aquel que esté por Extremadura, si le echa un vistazo a los kioskos hoy podrá vernos.

Un abrazo

Jules
AUlanVan3

viernes, 10 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora - Día 6



Día 6: 24 de julio. Camping a 50km de la Frontera Rusa (LV)- Bosquecillo a 50km. de Moscú (RU) -- 750km -- Carretera asfaltada doble sentido con firme bacheado-destruído.

Por la noche llovió a cántaros y a as 8 sonó el despertador. El Cous Cous a la salsa oriental y los calamares en salsa americana nos mataron, ¡uf!

Camuflamos el localizador, los mp3, los cables, ordenamos la carga y la cerramos bien para que invitara a no abrirla (la parte trasera del suzuki parecía que iba a presión...). Nos cambiamos de camiseta y con todo eso arrancamos en dirección a la frontera. Recorrimos los 50 Km. que quedaban vigilando la aguja de la gasolina, puesto que íbamos justos con la intención de llenar ya en Rusia puesto que no llevábamos moneda Letona. Fue una mala idea porque saltó la reserva y fuimos todo el trayecto “en tensión” por si se paraba allí o justo en el paso. En fin…

La carretera era mala, con muchos baches. A unos Km. de la frontera empezamos a ver unos WC de obra y contenedores de basura, lo cual llamó nuestra atención, Minutos después lo entendimos al ver una fila interminable de camiones parados a la derecha: estaban ahí para esa gente que se tiraba parada días (o semanas) enteros. Jugaban a las cartas, comían, paseaban, y la fila se convirtió en doble a medida que llegábamos al paso.

Y así llegamos a nuestra primera frontera “de verdad”. Salimos de Letonia sin problemas y sin colas, y entramos en Rusia despacito y con mala leche. Aprendimos lo habitual en las fronteras: control de pasaportes (visados y demás), revisión del coche (funcionó lo de llevarlo todo “empaquetadito”) y declaración de aduanas con el dinero que llevábamos (sin enseñarlo físicamente, un punto a tener en cuenta). Papeles de aquí para allá de una garita a otra y los duros Rusos sin querer hacerse entender, menudo galimatías. Bienvenidos a la Madre Patria, la РОДИНА (Rodina) en Ruso.

Dos horas y media después ya estábamos en Rusia. ¡Bien!. Foto de rigor y zumbando a por gasolina, ¡miedo! Al final 30 litros que nos supieron a gloria y pagados con la tarjeta ya que aún no teníamos Rublos, hubo tensión al pagar (¿funcionaría? ¡Sí!).

Tiramos acostumbrándonos a las carreteras rusas y buscando un sitio para cambiar, porque llevábamos un montón de euros y de dólares, pero no hubo suerte. Había grandes extensiones de bosques, pero sin nada en medio, con las poblaciones muy distantes. Finalmente, en una ciudad que parecía sacada de Mad Max, encontramos un cajero escondido en...¡una pastelería! (alucinante). Todo en orden y a repostar de nuevo, esta vez a tope.

Y aquí encontramos uno de los mayores problemas del viaje: al abrir el capó vimos que llevábamos el radiador taladrado por un tornillito del cierre del capó, problema que habíamos previsto y que tratamos de evitar con unos tacos de goma, pero que a la postre fueron insuficientes para las duras carreras rusas y letonas. Problemón y no teníamos repuesto. Mala pinta compañeros. Con la ayuda de un chaval que trabajaba en una gasolinera conseguimos poner unos trozos de manguito de goma (¿de camión Kamaz?) que encontramos tirados por ahí y que separaban un poco el radiador de los tornillos, para que el problema no se agravase.

Decidimos tirar un poco para revisar el tema con más calma, pensar y comer. Finalmente decidimos continuar rellenando refrigerante hasta Moscú (420km de baches por la M9) en busca de una de las 3 suzukis que teníamos localizadas…iba a ser duro amiguetes.

Todo fue bien, excepto por la carretera destructora por los miles de baches remendados machacantes y cuesta arriba (aparentemente). A unos 150km de Moscú apareció una autopista perfectamente asfaltada, con lo que la cosa mejoró. Habíamos estado parando cada 100km a reponer 1l aproximadamente de refrigerante cada vez.

Decidimos no entrar en Moscú de noche así que paramos a las 00.30h a 50km para dormir un poco y llegar a la ciudad muy temprano con la fresca y sin tráfico y el día por delante. Allí paramos lejos de la carretera y la autopista, y dormimos dentro del coche con los sacos encima hasta las 6 para salir zumbando a resolver el problema. Toquemos madera.

domingo, 5 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora - Día 5



Día 5: 23 de julio. Campamento a 10km de la Frontera Lituana (LT) - Camping a 50km de la Frontera Rusa (LV)-- 523km -- Carretera asfaltada doble sentido con firme variado.

Amanecimos a las 8 y pico en el campito Lituano. Víctor bastante cansado, había dormido mal.

En Lituania encontramos buenas carreteras, de doble sentido; podíamos ir a buen ritmo aunque tratamos de conservar yendo a 90, no tenemos prisa y vamos bien para llegar a Moscú. Paramos en Kaunas, la primera ciudad grande que encontramos. Aprovechamos para sacar dinero local e imprimir el seguro de viaje de Julio, que se nos había quedado en Madrid. Costó un poco encontrar un cibercafé con impresora, pero al final, preguntando se llega a Roma y pudimos encontrar uno regentado por una abuelilla con la que Julio tuvo algunos problemas para hacerle entender que la impresora se había quedado sin papel...Este seguro de viaje era obligatorio para poder entrar en Rusia, así que era fundamental conseguirlo.

Desde aquí muchas obras, que aquí son a saco y cortan la carretera entera, dejando un carril en tierra viva y, mediante semáforos, va pasando todo el mundo reventando los coches con las piedras de la obra.

Llegamos a Karasay y al pasar el pueblo, sin ninguna frontera llamativa (aparte de un par de coches de policía con sus ocupantes durmiendo la siesta allí mismo…), cruzamos un puente y ya estábamos en Letonia.

Tras avanzar unos Kms. decidimos salir por un camino a la derecha y en un campo paramos a comer a las 16.30h, cerquita de la carretera. El menú que veníamos degustando mentalmente desde hacía rato eran garbanzos de bote con tomate frito, jamón serrano y una lata de mejillones, todo eso aderezado con pan duro como el infierno que traíamos del…¡Sabeco! (!?) de Madrid. ¡Toma! Desde aquí os instamos a que lo probéis. Para nosotros fue un auténtico manjar, hmmm (los menos intrépidos, si lo desean, pueden usar pan recién hecho, aunque no sería lo mismo)

Decidimos llamar a Aran para consultarle los dos problemas que teníamos sobre la mesa: por un lado el sonido a rayos del motor, y por otro la suspensión trasera, que llevábamos haciendo tope pese a no cargar los 70 l de gasolina de reserva ni al propio Aran. Temíamos que la situación empeorara al llegar al duro terreno kazajo y mongol, con el riesgo de romper el eje o los topes, lo que cediera antes. Finalmente decidimos que se trajera un bote de aditivo para motores Slick 50 (¡mano de santo!) y un juego de ballestas con más altura. ¡Más madera!

Seguimos por rectas muy anchas (típico de Lituania y Letonia) con el cielo nublado pero sin llover.

Justo cuando ya estábamos pensando en parar para acampar vimos un cartel de Camping a unos 50km. de la frontera con Rusia y nos desviamos para dormir. No era un camping clásico, no había sitio para tiendas, sólo bungalows. Tras unos momentos de duda de si nos dejaban pagar en euros o dólares (de nuevo no teníamos moneda local y no aceptaban tarjetas) la simpática recepcionista llamó al jefazo y acordamos un precio justo, 10 euros. Los inquilinos eran, curiosamente, mamás con carritos de bebés y muchos minusválidos, muchos con aspecto de deportistas, un poco extraño, ¿sería una concentración para las paraolimpiadas que habría pronto en Beijing?. Al encender el hornillo para preparar la cena tuvimos un pequeño momento de pánico cuando se salió la gasolina por la boquilla y se incendió un poco el césped..., menudo panorama...por suerte nadie se dio cuenta de la llama de medio metro...Tras la cena (sobre de cuscús con verduras...aderezado con calamares en salsa americana...plato duro como el infierno) pudimos contemplar una magnífica puesta de sol a la orilla lago Cirma.

Ya en la tienda preparamos toda la documentación que nos iban a pedir en la frontera rusa al día siguiente. Contamos el dinero que llevábamos en cada divisa y lo dividimos entre los dos, para declarar cada uno la mitad (toquemos madera). Pasaporte, papeles del coche, dinero y hojita rusa traducida al inglés con los datos que íbamos a tener que rellenar en la aduana. Todo listo. A dormir. Eran las 23.30h.