lunes, 20 de octubre de 2008

Cuaderno de bitácora - Día 7



Día 7: 25 de julio. Bosquecillo a 50km. de Moscú (RU) - Moscú City (RU) -- 180km -- Autopista y calles moscovitas atascadas y locas.

A las 5 salió el sol, a las 6 sonó el despertador y salimos zumbando sin desayunar en dirección a Moscú. A unos 15 Km. de Moscú la situación se complicó, con tráfico debido a unas obras, y el coche que se iba calentando más.

Fallamos a la primera, y al segundo intento salimos por el sitio correcto. Volvimos hacia atrás unos metros y llegamos a la Suzuki prevista según el plano que llevábamos desde Madrid. Eran las 8 de la mañana.

Cuando abrieron, todos los dependientes desviaban la mirada sin atendernos. Finalmente un valiente se atrevió a preguntarnos y Julio atacó con un claro y meridiano “radiator Suzuki” (mensaje infalible). Le dio un papel con la frase “necesitamos un radiador para este suzuki”, que había traducido un rato antes.

El tipo buscó en el ordenador, comentó con un compañero y finalmente se dirigió a nosotros con un “radiador Niet”. Al rato se acercaron otros dos, que parecían mecánicos, a echar un vistazo al coche. Les enseñamos la avería y alucinaron con el coche diciendo “carburator, carburator”. A las 10 en punto salió el primero con el teléfono en la mano diciendo que en la otra suzuki tampoco había radiador. La cosa pintaba fatal.

Finalmente apareció un ruso delgaducho y alto con bigote, que era el jefe-dueño de la concesión. En perfecto inglés nos dijo que no habían encontrado el radiador, y había la posibilidad de pedirlo, tardaba 17 días y costaba 12000 rublos (unos 600€, ¡toma!). La solución no servía, así que se ofreció a intentar (y reiteró lo de “intentar”) reparar el nuestro por una módica cantidad. Dijo que tardarían “2, 3 o 5 horas”, pero en cualquier caso en el propio día porque era viernes y el fin de semana no se trabajaba. Aceptamos, claro.

Llegaron más mecánicos y les ofrecimos firmar en el coche enseñándoles el mapa, con lo que el pequeño Suzuki era la atención del taller.

Cuando terminaron de soldar el radiador y comprobaron que todo funcionaba, les agradecimos el trabajo y dimos a los que curraron 4 botellitas a modo de agradecimiento. Fuimos a la recepción para pagar la factura, y nos dijeron que “free, free”, que gratis. El jefe ya no estaba y los mecánicos dijeron que listo, que nada de nada. Nos hicimos unas fotos con ellos, pusimos una pegatina del concesionario en el coche y nos fuimos de allí por la cara. Alucinante. ¡Buena gente!

Decidimos entrar al centro para ver la Plaza Roja. Moscú está bien organizada, bien señalizada y con grandes avenidas. Peleando con los carteles llegamos a la Plaza Roja, donde pudimos aparcar en un sitio privilegiado para hacer unas fotos. Conocimos a varias personas locales y nos zampamos un helado.
Además había muchas bodas, y una de ellas nos pidió hacerse fotos con el Suzuki, habiéndose bajado de un Hummer limusina. Rusos…

Enfilamos al aeropuerto, que estaba a unos 42 Km. del centro, con muchos semáforos y circunvalaciones atascadas en los cruces con nuestra carretera.

Aran llegó puntual con todo el petate (¡qué precisión señores!), y después de fundirnos en abrazos fraternales decidimos buscar un hotel para sellar las hojitas de la frontera y descansar un poco. Encontramos uno gigantesco, antiguo y extraño: en cada planta hay un bar, y en el bar de abajo ponen pelis porno por la tele y hay un melenas tocando el órganos y cantando a grito pelao en un ambiente súper íntimo con dos tipos bailando en el pasillo y una camarera ansiosa por servirnos. Alucinante.

Salimos a conocer la noche moscovita de los alrededores del hotel. Había gente de toda clase: rara, pibones, abuelos, policía de dudosa reputación, oscuridad, puestos de fruta abiertos a las 11 de la noche, puestos de kebab, bebida y demás. Cenamos dando un paseo y a la cama a las 12, que ya son horas. Un día completo. Quedan 1200km hasta Kazajstán.

Y seguimos.

2 comentarios:

Lunatrix dijo...

Víctor, que arte tienes contando historias!! I want MOOOOOORE!!

Oye, y cuánto rato os pasastéis en el bar "íntimo"? Alguna historia que no se pueda hacer pública??

Nos vemos en enero again en torno a más salchitofu rico, rico. Un abrazo chavalins!! :o)

Anónimo dijo...

Jaja!

Muchas gracias! A lo mejor me reconvierto en cuentacuentos!

Esto sigue!
Un beso!